Culminó la 25 feria taurina de La Macarena y el balance es más que positivo para una ciudad y una plaza que han visto cuesta arriba el normal desarrollo de su tradicional temporada.
Cuando se pensaba en rotundos fracasos en los tendidos, la gallarda afición antioqueña se unió respondió a la empresa logrando alcanzar el punto de equilibrio lo cual trajo la noticia de la feria: En 2017 Medellín dará toros.
En una feria donde los toreros extranjeros llegan con media oreja cortada desde el paseillo, gratamente fueron los toreros colombianos quienes lograron cuajar sus toros y sin terminar de ser un triunfo rotundo, dejaron claro que en Colombia se sabe torear.
Del primer encierro de Rincón Santo, terciado y descarado de pitones poco por resaltar salvo el valor y disposición de Manuel Escribano quien se salvó de una cornada que pudo haber tenido un desenlace trágico.
El segundo encierro dejó claro cual debe ser "el toro de Medellín". El hierro bogotano de Santa Bárbara envió un encierro perfectamente presentado, parejo, en tipo y con el trapío y romana que una plaza de primera categoría debe exigir.
El Cid se notó entregado y lidiador. Falló con la espada y perdió el torfeo. Fue Manuel Libardo quien logró bordar la que podría ser su mejor faena como matador de toros. Le correspondió lidiar a Cantaclaro, un precioso cinqueño que empujo con bravura en el caballo y que sin terminar de ser un toro fácil desarrollo nobleza. Libardo le entendio perfectamente y dándole la distancia adecuada dejó las mejores tandas de derechazos de la temporada. Por el izquierdo solo una tanda. El peruano Roca Rey no tuvo la mejor tarde y se lo notó carente de temple. A su segundo le aprovecho la inercia del viaje para pegarle exageradas tandas de cambiados por la espalda que calentaron los tenidos de la plaza. A la hora de torear toro y torero se vinieron a menos. En términos generales fue una gran tarde de TOROS y así queremos seguir viendo a los toros en La Macarena.
La tercera corrida fue una mansada infumable de Achury Viejo. Si bien todo el encierro tenía peso y cara la gran mayoría estaban escurridos de carnes. Solo el quinto, segundo de Daniel Luque mostró algo de raza sin embargo no fue capaz de mover los kilos que tenía. Absolutamente nada que rescatar de una tarde en la que falto la materia prima.
Cuarta corrida para un cartel que llenó los tendidos de La Macarena. Toros de Ernesto Gutierrez medianamente bien presentados al haber algunos anovillados. Bien en términos generales para lo que nos tiene acostumbrados Gutierrez. Ventura y su show a caballo calentó los tendidos de una afición caballista por excelencia. Fatal con el rejón de muerte en ambos toros. Fandiño en su versión Post-encerrona de Madrid no ha logrado levantar cabeza y en La Macarena eso se notó a pesar de estar dispuesto. La nota positiva de la feria vino con Luis Miguel Castrillón quien a su primero, muy justito de fuerza, logró entender y torear con suavidad. Su segundo, un toro con mayor trapío y fuerza fue el complemento ideal para que Luis Miguel lograra cuajar el toreo. Tandas de naturales de mucha factura. Personalmente no creía mucho en este torero pero después de esta feria me llevo muy buenas impresiones.
Concluyó la feria con la novillada en solitario de Juan de Castilla. Verse frente a frente con la muerte en 6 ocasiones en una sola tarde no está al alcance de todos.
Vi bien a Juan, con ganas y hambre de triunfo. El primero de Vista Hermosa no tuvo fuerza y fue imposible sacarle alguna tanda. El segundo de Achury se comportó igual a la corrida del viernes anterior: rajado desde el capote, manso perdido. El tercero, novillo con dificultad de Ernesto Gutierrez se prestó para que Juan levantará la tarde . Dejó una tanda de naturales de las que perduran en la memoria. 2 orejas. El cuarto de El Paraíso se rajó, falto de raza. Juan en lidiador estuvo bien. El quinto de Santa Bárbara fue un taco de novillo pero se vino abajo rápido y terminó embistiendo con la cara suelta y cerro la feria el novillo de Rincón Santo que para asombro de muchos terminó siendo potable aunque con sus dificultades. Juan se pasó de faena victima de las ganas de echar la tarde adelante. Le cortó la oreja que pudieron haber sido dos de haberle matado antes.
Como podrán notar soy muy de Juan de Castilla por muchos motivos y, aunque con las complicaciones obvias de un novillero que no la ha tenido fácil para torear en España, me permito ilusionarme con que tenemos un torero con una grandiosa proyección. El 12 de Junio matará la novillada del Conde de La Maza en Sevilla. Suerte torero.
Adjunto el enlace del resumen realizado por Feria.tv
http://www.feria.tv/video-3326_medellin--encerrona-de-juan-de-castilla.html
¡Todos a los toros en 2017!
#MedellinTaurina
lunes, 22 de febrero de 2016
martes, 2 de febrero de 2016
¿POR QUÉ IR A LA ENCERRONA DE JUAN DE CASTILLA?
Basta decir que aunque la entrada se refiera exclusivamente a la encerrona de Juan de Castilla el 14 de Febrero la invitación es a que la afición se haga presente todos los días de la feria. Con 4 corridas y una novillada Cormacarena formó contra todo pronostico una feria para la afición de Medellín, ciudad taurina por naturaleza pero que ha caído en una especie de recesión por culpa del agresivo animalismo comandado por el ex novillero Álvaro Munera "El Pilarico". Como aficionados es momento de responder, llenar la Macarena, apoyar los esfuerzos de nuestra empresa y decirle a la ciudad que MEDELLÍN ES TAURINA.
Entrando ya en materia, expondré desde dos puntos de vista fundamentales los motivos por los cuales hay que ir a la encerrona: La novillada en sí y el contexto social que ésta conlleva.
El primer recuerdo que tengo de Juan es del año 2011, tenía yo, al igual que él, 16 años. Fue en la noche del tradicional Festival Nocturno de La Macarena y le correspondió a Juan de Castilla lidiar al sexto novillo de la noche, de nombre Mucamo y del hierro de la extinta ganadería La Carolina. Para ser sinceros no recordaba muy bien la faena en sí y por eso recurrí al video que adjunto; lo que si recuerdo es saber que esa noche habíamos visto a un señor torero que teniendo mi misma edad paseaba por el ruedo dos orejas de ley.
Me transporto hasta el año pasado, pues fue la última vez que vi a Juan en vivo. Novillada de feria, compartía cartel con el entonces novillero Roca Rey y Santiago Sanchez. Lidiaron novillos de El Paraiso. Triunfó Juan tras bordar el toreo con Lanzador, un precioso jabonero que vendió cara su muerte.
Hasta el sol de hoy las noticias que nos llegan desde España son pocas pero siendo el triunfo la constante. El 20 de septiembre debutó en Las Ventas y rozó la Puerta Grande.
Una oreja para Juan de Castilla en su presentación from Plaza de Toros de Las Ventas on Vimeo.
Así llega Juan de Castilla a Medellín, lleno de ilusión tras la ardua preparación en suelo ibérico y con ganas de demostrar que Colombia tiene en él torero bueno para rato.
Para la novillada de cierre de feria el 14 de febrero un acto de valor: Juan de Castilla se encierra con 6 novillos de diferentes hierros y procedencias.
Si bien el solo gesto de matar una novillada en solitario es suficiente para que todo aquel que se considere aficionado vaya, el ingrediente de ver a un novillero con madurez y 6 novillos de diferente comportamiento son dos motivos adicionales para que a La Macarena no le quepa un alma.
Los novillos anunciados en el cartel corresponden a las siguientes ganaderías y encastes:
- Vista Hermosa (Santa Coloma via Buendia)
- Achury Viejo (Conde de la Corte)
- Ernesto Gutierrez (Murube-Santa Coloma)
- El Paraíso (Domecq)
- Santa Bárbara (Domecq)
- Rincón Santo (Domecq)
En el ruedo el plato está servido y a quien no le parezca atractivo lo invito a que revalúe su afición.
Pero tras la novillada hay un componente social que personalmente me parece importante resaltar. El mundo del toro ha sido estigmatizado, entre muchas otras cosas, como un pasatiempo de la gente adinerada, en el que solo triunfara quien tenga muchos recursos económicos y donde si usted no tiene la chequera llena será rechazado.
Soy consiente de que todo al rededor de los toros es costoso, pues desde lo más fundamental que es criar al toro bravo todo tiene un precio elevado, asimismo jugarse la vida en el ruedo trae consigo una alta remuneración económica.
Hablaré entonces de Juan Pablo Correa, aquel joven de 21 años nacido el 7 de septiembre del año 1994 en el barrio Castilla de la ciudad de Medellín, barrio tradicional de Medellín pero que, lastimosamente, tras la ola de violencia que sufrió la ciudad fue catalogado como "peligroso". Barrio de gente humilde, buena y trabajadora, nunca pensó dar a luz a un joven que se iba a destacar en el mundo del toro. Realmente desconozco en profundidad la infancia y adolescencia de Juan, pero realmente no es en eso en lo que me quiero centrar.
Bien dijo el ganadero don Victorino Martín "La tauromaquia no tiene color político; no es de izquierdas ni de derechas, ES DEL PUEBLO" Y es que los toros son de quien tenga la capacidad de sentirle y así lo hizo Juan.
Hoy Juan Pablo Correa es el símbolo inequívoco de ésto. El muchacho que de un barrio humilde surgió en un mundo "de ricos" a costa de querer las cosas, trabajar y sudar por conseguir sus sueños. La más clara muestra de que con perseverancia y amor las metas se cumplen.
Ahora llega Juan Pablo Correa al barrio que lo vio crecer convertido en Juan de Castilla; los niños le ven entrenar su toreo de capote y de muleta en una cancha de arenilla y una vez más el humano corriente que hay tras un traje de luces se convierte en EL TORERO, quien a la vista de aquellos niños le ven como héroe a pesar de no entender la danza que Juan realiza con su capote.
Lo realmente valioso de la historia social detrás de Juan de Castilla es ver al ser humano que luchó por sus sueños y a pesar de ser el héroe vestido de luces sigue siendo aquel Juan Pablo Correa, un joven orgulloso de su familia y de su barrio Castilla, símbolo de que cuando se quiere se puede.
Todo lo anterior lo escribo porque admiro a Juan Pablo Correa y a Juan de Castilla y creo que la mejor manera de agradecerle por su ejemplo de vida es llenando La Macarena el 14 de febrero. Juan ya ha hecho su parte, su sacrificio, ahora ¿cómo no hacerlo nosotros siendo aficionados?
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